¡Hola! Soy Pipi Whitcomb, creadora de Siempre Elongada.

Quiero contarte de dónde viene mi pasión por el movimiento y cómo nació Siempre Elongada.

Comencé a los 10 años a bailar y desde ese momento supe que el movimiento y la expresión formarían para de mi vida.

Totalmente apasionada por lo que hacía me instruía a través de clases de danza en mi ciudad natal, Balcarce. Y realizaba competencias y toda invitación a bailar.

 

Mi historia

Para mis 15 años (tradición en Argentina hacer una gran fiesta o viaje) yo pedí realizar viajes a Mar del Plata para tomar clases de danza clásica, contemporáneo, jazz y comedia musical (canto y teatro). Ahí descubrieron mi facilidad para elevar las piernas y doblarme pero a la vez era un flan derretido por lo blandita que era 😅


Tuve la oportunidad de trabajar en espectáculos infantiles durante las temporadas de verano e invierno (2011/2015) en Mar del Plata hasta que me mude a Buenos Aires. 

De la danza a la enseñanza

Cuando llegué a la gran ciudad, me encontré con dos caminos: creer que era "demasiado grande" para ciertas habilidades o confiar en que, con constancia y disciplina, podía llegar hasta donde quisiera. Obvio, elegí la segunda.

Me formé con maestros que me desafiaron más allá de coreografías y ejercicios: aprendí desde libros, anatomía y teoría, hasta paciencia y vocación. Descubrí la flexibilidad, la barra a terre y, finalmente, la contorsión, que siempre quise sumar a mi danza.

Pero no todo fue fácil: el exceso de ejercicios pasivos y exigencias bruscas me llevaron a una lesión. Ahí entendí la clave para un cuerpo sano y fuerte: combinar consciencia corporal, alineación y fuerza.

Hoy, después de años de experiencia, esa filosofía se convirtió en Siempre Elongada: un espacio para que puedas desarrollar tu flexibilidad de manera segura, consciente y sin límites.

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